domingo, 28 de noviembre de 2010

El Virreinato o época colonial (1521-1810)







España colonizó durante varios siglos casi todo el continente americano. Los reyes españoles crearon varios virreinatos para poder gobernar aquellas extensas tierras. El primer virreinato establecido por los españoles en América fue el de Nueva España, en tierras mexicanas.
¿QUÉ FUE EL VIRREINATO DE NUEVA ESPAÑA?
El virreinato de Nueva España fue una división política y administrativa que España estableció en sus colonias de América. Se creó en las primeras décadas del siglo XVI, y lo formaban principalmente los territorios del actual México. 
Fue creado tras la conquista sobre los mexicas y otros pueblos de Mesoamérica, realizada entre 1519 y 1521 por las tropas de Hernán Cortés, por Real cédula de Carlos I, el 1 de enero de 1535, aunque la instauración oficial se realizó el 8 de marzo del mismo año. Su primer virrey fue Antonio de Mendoza y la capital del virreinato fue la Ciudad de México.

El virrey era el jefe del ejecutivo, el principal legislador, capitán general del ejército de la Nueva España y vigilante de la tesorería en el gobierno de la Real Hacienda; sin embargo, sus disposiciones en materia civil tenían que ser discutidas en "acuerdos" con los altos consejeros de la Colonia (oidores de la Real Audiencia), personajes nacidos y educados en España, letrados ilustres que fungían como consejeros del rey o como jueces, con largos años de servicio. En caso de fallecimiento o incapacidad del virrey eran ellos, junto con la Real Audiencia, quienes asumían el poder, ya fuera para gobernar o para nombrar a un virrey interino.
El presidente de la Real Audiencia era el virrey, pero como los que no eran letrados no podían pasar sentencias como jueces supremos, la Corona nunca nombró virrey a un letrado. No obstante, de alguna manera el virrey podía dirigir la justicia, ya fuera nombrando a los Jueces de causa o presidiendo los juicios.
A través del Patronato Real el virrey también tuvo prerrogativas sobre la administración del gobierno eclesiástico; fungía como vice patrón de la iglesia ya que hacía recomendaciones a la Corona sobre investiduras; concedía beneficios, asignaba curatos, etc. Todo esto en nombre del rey.
¿CÓMO SE ORGANIZÓ EL VIRREINATO DE NUEVA ESPAÑA?
Nueva España fue el nombre que el conquistador Hernán Cortés dio a los espacios americanos que conquistó a partir de 1519. El núcleo fundamental del virreinato fue el territorio que había formado el Imperio azteca hasta la llegada de los españoles.
El virreinato de Nueva España estuvo dividido en cinco audiencias:
México. Guadalajara. Guatemala. Santo Domingo (incluida la actual Venezuela). Manila (en las islas Filipinas).
La máxima autoridad en el virreinato era el virrey, el cual era nombrado por el rey de España (el virrey gobernaba en nombre del rey). En la historia de Nueva España hubo 63 virreyes: el primero fue Antonio de Mendoza (que gobernó entre 1535 y 1550); el último, Juan O´Donojú, el cual reconoció la independencia de México en 1821.
Las principales divisiones territoriales se mantuvieron hasta 1776. Eran las siguientes:
Reino de Nueva España (centro y sur del actual México). Reino de Nueva Galicia (Jalisco, San Luis Potosí, Aguascalientes, Zacatecas, Nayarit y una parte de Sinaloa, todos ellos en México). Reino de Nuevo León (actual estado de Nuevo León). Reino del Nuevo Santander (Tamaulipas). Reino de Nueva Vizcaya (Durango y Sonora, zonas de Coahuila y Sinaloa, y una gran parte de Arizona, en Estados Unidos). Reino de Nuevo México (el actual estado homónimo de Estados Unidos). Provincia de Yucatán. Alta y Baja California.
En 1776, José de Gálvez, enviado por el rey español, Carlos III, creó en el norte del virreinato la comandancia general de las Provincias Internas. Diez años más tarde, se crearon las intendencias, al mando de las cuales estaban los intendentes. Las autoridades de todas estas divisiones territoriales eran nombradas por el rey, pero en su gobierno dependían de los virreyes.
SOCIEDAD Y CULTURA DEL VIRREINATO DE NUEVA ESPAÑA
Las principales actividades económicas en el virreinato de Nueva España fueron la agricultura (maíz, cacao y otros productos autóctonos de la antigua Mesoamérica), la ganadería (introducida por los europeos, quienes trajeron la mayor parte de los animales criados), el comercio (limitado únicamente a las posesiones españoles, acto de mercantilismo) y la minería. De esta última destacó la extracción de plata. Uno de los centros mineros más importantes fue Zacatecas.  
En la historia del virreinato de Nueva España se alcanzaron muchos logros culturales. En 1536, por ejemplo, nació una institución fundamental: el Colegio de Santa Cruz de Tlatelolco. En él trabajaron de forma conjunta frailes españoles y sabios indígenas, lo que permitió que la cultura del renacimiento europeo llegara a América y que las civilizaciones precolombinas llegaran a ser conocidas en Europa. Uno de aquellos religiosos españoles fue Bernardino de Sahagún.
En 1539, se estableció en México la primera imprenta del Nuevo Mundo. Veinticuatro años más tarde, en 1553, se creaba la Real y Pontificia Universidad de México. Entre los principales escritores del virreinato de Nueva España, destacaremos a Juan Ruiz de Alarcón y a sor Juana Inés de la Cruz.
La catedral de México es un claro ejemplo de la influencia de la arquitectura del renacimiento europeo en el virreinato. El barroco tiene como modelo en Nueva España a la basílica de Guadalupe.

Sistema de castas
Se creó un sistema de castas sociales donde la punta de la pirámide la ocupaban los nobles y funcionarios españoles que detentaban los cargos del virreinato y los descendientes de los conquistadores que obtuvieron encomiendas. En el siguiente escalón, se encontraban los descendientes de peninsulares que no pudieron acceder ni a cargos ni a tierras y que se les denominaría criollos.
Tras estos, se encontraban los indígenas que, en el caso de aquellos pertenecientes a civilizaciones con un nivel de desarrollo alto en el momento de la conquista, fueron incluidos en un sistema conocido como “república de los indios“.
Esta realidad era consecuencia de un complicado cuerpo jurídico emanado de la metrópoli y el virreinato y por el que los indios mantenían sus autoridades y normas locales precolombinas, pero siempre sujetos a las autoridades metropolitanas (situación semejante a la de los judíos durante el Imperio Romano). En los escalones inferiores estaban los mestizos y negros. Todos estos grupos tenían unas legislaciones muy precisas, lo que determinaba una movilidad social casi nula así como una fuerte desigualdad social.
La Iglesia
Durante la época de los Habsburgo fue la Iglesia y no el ejército quien conservó la paz en la Nueva España, por ser ésta la que unía a las diversas razas en una sola grey. Los indígenas y las, clases bajas buscaban en el cura o el párroco protección y consuelo porque de ellos recibían los sacramentos (vida, muerte y enfermedad). Por otra parte, la Iglesia, a través de sus múltiples instituciones --hospitales, asilos, orfanatos, manicomios y colegios-- proporcionó todos los servicios sociales a la población civil, que posteriormente fueron adjudicados al Estado. Como resultado de un contacto íntimo tanto con las masas como con la élite, la Iglesia tuvo la posibilidad de intervenir para impedir conflictos; cuando la turba se amotinaba, era el clero y no el ejército quien se lanzaba a las calles para apaciguarla.
La Iglesia, por ser la institución que contaba con mayor capital líquido, gracias a los donativos y diezmos, y con la facultad de administrarlos más o menos libremente, llegó a ser la banca del país; prestaba dinero a intereses módicos a los hacendados, rancheros, pequeños comerciantes, etcétera.

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